viernes, 20 de mayo de 2011

Suplemento arteBA: La Llamita quiso ser artista


La Llamita quiso ser artista

y luego de algunos intentos
en el campo de la expresión
encontró como síntesis
el tema de la zanahoria.
La dibujó sobre papel
y la representó al óleo.
Llegó en su evolución
a presentar
el objeto mismo
en el salón,

separado de contexto, del terruño,
de la tela, acompañando al vegetal
con una sucinta palabra en letras de molde:
“zanahoria”.
Con la pipa a un lado, la mano en la pera,
los críticos ponderaron lo visto y se dividieron
según los matices de la interpretación.
Acorde a su nuevo estilo, pensando en los demás,
la artista pintó el frente de su casa color zanahoria.
A media carrera, en el momento de la crisis,
estuvo tentada de pasarse a las naranjas,
redondas y dulces, menos dramáticas;
pero se abstuvo al no tener la certeza
de que tal cambio fuera a caer bien
entre los coleccionistas que habían comenzado
a prestarle atención. Entonces, con talco,
empolvó una de sus obras y en la noche
de un nuevo evento la tituló con audacia:
“rabanito”.
Un aplauso se levantó en el ambiente
y la Llamita,
con las pupilas contraidas por los flashes,
vislumbró la consagración.


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